Dada la compleja coyuntura económica, este programa busca ayudar a miles de familias chilenas a financiar parte de la compra de su primera vivienda.

En concreto, a los favorecidos el Estado les financiará 10% del valor total de un inmueble de hasta 4.500 UF; el 90% restante será cubierto por un crédito hipotecario de un banco u otra entidad financiera (a menos que el solicitante ya tenga reunido el 10% para pagar un pie del 20%, en cuyo caso el fondo completará la diferencia).

Este programa no implica que el Estado entregará la suma en efectivo, sino que será un aval para conseguir el préstamo. Para acceder, se deben cumplir con tres requisitos iniciales:

– El crédito hipotecario debe estar destinado a financiar la compra de una primera vivienda (los propietarios de algún inmueble no podrán acogerse a este beneficio).

– El valor de la vivienda no puede superar las 4.500 UF (unos $160 millones, según el valor de la UF en febrero).

– No haber recibido previamente ningún subsidio o beneficio habitacional del Estado para el financiamiento de viviendas (por ejemplo, los subsidios DS1 o DS49).

Los interesados que reúnan las condiciones deberán contactarse directamente con los bancos o entidades financieras para gestionar el crédito hipotecario. Aunque el BancoEstado será el administrador del fondo, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, aclaró que los solicitantes “no necesariamente deben tomar el crédito del Banco Estado (…) la idea también es estimular la competencia entre los bancos para rebajar las tasas”.

Una vez tramitada la solicitud, el banco le deberá comunicar al administrador del fondo del interés del cliente por acceder a la garantía: si cumple las condiciones, se tramitará la solicitud y podrá continuar el proceso de otorgamiento del crédito “que financiará el 90% o el 80% del valor de la propiedad”, dijo Montes.